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Científicos del Servicio Nacional de Pesca Marina estadounidense están estudiando en la región noroeste del Pacífico el potencial de las granjas de algas marinas para ayudar a combatir la acidificación del océano mediante la eliminación de dióxido de carbono (CO2) del agua marina.
Muchas algas marinas, incluidos los quelpos, prosperan en aguas oceánicas acidificadas. Toman CO2 y nutrientes de su entorno, y mejoran la calidad del agua a medida que crecen al reducir los niveles de ácido disuelto, así como los de nitrógeno y fósforo. Las algas marinas también emiten oxígeno, lo que puede ayudar a reducir las zonas muertas. Los científicos creen que las granjas de algas pueden actuar como “halos” de protección que mitiguen la acidificación y la contaminación a nivel local, mientras crean al mismo tiempo un hábitat para las especies marinas. Cuando las algas son recolectadas, se llevan con ellas el exceso de carbono y nitrógenos, eliminándolos de forma eficaz del océano.
Fuente: Biotecnología Sí |